EMPRESA AL SERVICIO DEL CLIENTE
Auto Carrascosa es una empresa que lleva más de 35 años en el sector de la automoción. Pretendemos recoger todas las necesidades demandadas por nuestros clientes para poder incorporarlas a nuestros proocesos. Solo con opiniones, consejos y críticas podremos mejorar.
lunes, 21 de febrero de 2011
En el deporte como en el taller
Nuestro día a día en el taller es como una competición, son muchas las similitudes que podríamos extraer de ambas actividades.
El deporte tiene unos valores que hacen que la práctica del mismo, nos reporte una satisfacción personal muy similar a la que obtenemos al conseguir un objetivo en nuestra empresa.
Si tomamos esos valores como nuestros y los aplicamos a nuestra gestión diaria en el taller tendremos garantizado un porcentaje muy alto de éxito.
Cada vez que preparo una carrera, la noche de antes visualizo la misma y doy unas pinceladas de lo que creo será. Igual me pasa el Domingo, dedico cinco minutos a pensar en cómo quiero que sea mi Lunes en el taller. Ambas noches tengo la misma ilusión y ganas de que llegue el momento.
Suena el despertador y me cuesta levantarme, recuerdo mi reto de ese día, me esperan mis compañeros y mis clientes o diez kilómetros, entonces salto de la cama y comienza mi carrera. Abro la puerta del taller y poco a poco van llegando mis compañeros, comentamos el fin de semana y vamos arrancando la actividad. Ese mismo calentamiento hago antes de la carrera, estiras, charlas, vas cogiendo el sitio y miras a la salida.
Comienza la carrera no quieres perder tiempo y vas sorteando a otros corredores, ya son las ocho llevamos una hora en marcha el ritmo es frenético, reparto tareas, presupuestos, peritaciones o atiendo a un cliente.
Son las doce y parece que no he hecho nada, me falta tiempo. Kilómetro cuatro, 26” minutos, voy fatal. Mi mente le pide a mi cuerpo un esfuerzo, reacciono y centro mis esfuerzos en lo importante.
Por fin voy recuperando tiempo, estoy cerca de mi marca, ya casi no me quedan papeles en la mesa, seis peritaciones, todo el recambio pedido y he podido almorzar. Esto parece que funciona es posible que consiga mi objetivo. De repente llegan los problemas, el faro es de la otra mano y tenemos que entregar hoy el coche, parece que me fallan las fuerzas, tengo los gemelos cargados y no sé si llegaré. Pero no desisto, no paro sigo corriendo, no van a poder conmigo, voy al servicio oficial cambio el faro y entrego el vehículo. De momento la batalla está ganada, pero queda la guerra.
Ya estamos terminando, parece que todo ha salido bien, la felicitación de un cliente te confirma tus sospechas “buen trabajo”. “He llegado”, miro el reloj, “fantástico”, he mejorado mi tiempo, la satisfacción es total. Cierro la puerta de taller y girando la llave siento interiormente la recompensa del trabajo bien hecho.
Ya estoy pensando en la próxima carrera, quiero hacerlo mejor. Mañana a ver si puedo entregar algún coche más de los previstos, su dueño lo necesita y nos lo agradecerá.
Respeto, disciplina, honradez, afán de superación, gusto por lo que se hace, constancia, compromiso, diversión y muchos más.
Yo aplico todo eso en cada entrenamiento y en cada carrera, ¿dejarías de aplicar alguno en la gestión de tu taller?.
José Joaquín
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Excelente paralelismo, así nos deberíamos tomar todos nuestro trabajo diario. Es cierto que todos estamos en una etapa de evaluación cada día, a mi me gusta explicarlo a mis hijos y alumnos indicándoles que los profesionales estamos a diario sometidos a un "examen semestral".
ResponderEliminarGracias por tan valiosa aportación.
Saludos de Sergio Morales Parra
La comparación es acertada, sobretodo los días que te da un tirón o una pajara y tienes que continuar si o si;
ResponderEliminarpara el tirón: respirar hondo y reconocerte a ti mismo que eres un profesional y sabes hacer bien tu trabajo
para la pajara: algo dulce, tu entorno de trabajo, tus compañeros, saber que todos remamos en el mismo sentido